María Farazdel (Palitachi). República Dominicana. Poeta, conferencista, reportera y editora. (AWA) cuatro veces galardonada en el Latino Book Award, 2017, 2018 y 2019. (PD) Long Island University (CWP), (MA) Fordham University, (BA) Hunter College, City University of New York. En Bolivia recibió la condecoración de ‘Embajadora universal de la cultura’ avalada por la UNESCO, 2014. Embajadora cultural internacional de la Academia Norteamericana de la Literatura Moderna International del capitulo de N Y 2019. En Miami ‘Embajadora honorífica’ por S.I.P.E.A. 2017 y Embajadora de milibrohispano. En el 2019 nombrada Embajadora Internacional en Managua, Nicaragua. Reconocimiento por difundir la literatura latinoamericana, Proclamada por la alcaldía de Nueva Jersey, 2017. Traducida al inglés, francés, italiano, serbio, árabe, portugués y turco. Miembro del PEN Club of America, de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna y de la Academy of American Poets. Coordinadora de los académicos latinos en Estados Unidos para el Eworld Poetry Festival. Libros: My Little Paradise, Entre voces y espacios, De cuerpos y ciudades, Las horas de aquel paisaje, Desde la otra mitad de Roma, Once puntos de luz, Infraganti, Bitácora del insomnio, Vagón de ida, #@nicaragüita convocada, Escamas y la pentalogía: Voces de América Latina (I-III) 2016. Voces del vino 2017 y Voces del café 2018. Figura en más de 40 antologías.
Poemas inéditos de Palitachi
*No pasa nada
‘No lugares’ Marc Auge
El hielo a la espera del Scotch
el mercado sin fila
la vinería cerrada
la brisa marina
humedece los poros
el ritmo de las olas
cae
acá
es cualquier otro lugar
acá no hay hechizos
solo hielo sudado
las paginas de la revista el Economic dando pistas
de como aniquilan al mundo
el viento le da sabor al desastre
mientras la noche
extiende un nuevo ritmo
en el carril de regreso
todos se han leído.
La noche
Retorcida entre musas
salgo por la fragancia de una menta
que el calor de la lengua derrite
cuando se va (de mí)
queda la sombra en el bosque del recuerdo
apareces en la mirada
de un banco quedado en el jardín
esperando la noche
para escucharse en los labios de dos amantes.
(XXXII)
Aquí estoy perdida en la mitad de Roma
colada sin uno de tus besos clandestinos
para romper la monotonía
Hay una fiesta esparcida en la distancia
aunque nadie baile o escuche su melodía
aparezco cada vez que me piensas
en la esponja de amantes platónicos
donde ayer extrañé no extrañarte
Del espejo tu nombre y el mío cuelgan
detrás de cada estrella tu mirada envuelve
las esferas se aceleran donde nos negamos
solo para ser
Cuando se rinda el día de hoy
iré por ti
desde la otra mitad de Roma.