Poema de Lizette Ramirez Ferrer
Juramento
Y en cada amante
en cada amigo,
en cada piedra en mi camino
te amaré…
Yo seré la más callada
de todas las que transiten
los senderos de tu tumba.
No me anunciarán voces extrañas,
ni envolturas de luto
cubrirán mi cuerpo.
Sólo he de ser,
esta alma que te ama, que te extraña,
lágrimas, deslizadas cual cascadas,
sin el más absurdo reconocimiento.
Dolor de voces,
callado e irredente sentimiento,
llega a mis pupilas para decirte
¡Cuánto te amo!
¡Cuánto he de amarte!
¡Que importa este mundo
de flamígeras fantasías
si tú ya no estás!
Descendiendo distancias
de tristezas sin freno,
estaré aquí…
Para decirte,
que he de ser la más callada
de todas las que deambulen
los senderos de tu tumba.
¿El luto?
Lo lleva mi alma peregrina
de vagar mis caminos sin tus pasos,
transmutando mi destino
para llegar hasta ti,
en la inmortalidad de nuestro tiempo…
Si he de ser la más callada
de todas las que leviten
los senderos de tu tumba…
De alguien que piensa en ti
todos los días de su vida…